El piano.
La anciana casa de la colina siempre había sido conocida por su piano de cola Steinway en la sala de estar. Pero desde que la última dueña falleció, nadie había vuelto a tocarlo, y la casa había quedado vacía y en silencio.
Un día, un joven músico en busca de inspiración decidió explorar la casa abandonada y encontró el piano cubierto de polvo en la sala de estar. Con curiosidad, se sentó y comenzó a tocar una pieza clásica.
Pero cuando llegó a la mitad de la canción, las notas comenzaron a sonar discordantes y el piano empezó a vibrar violentamente. El músico trató de detenerse, pero sus dedos no respondían, estaban atrapados en las teclas.
De repente, una figura fantasmal apareció detrás de él, tocando las teclas que el músico no podía alcanzar. Las notas eran inquietantes y el piano parecía estar respirando con vida propia.
El músico gritó, tratando de liberarse, pero las manos esqueléticas lo sostuvieron en su lugar mientras el piano tocaba una melodía cada vez más aterradora.
Cuando finalmente terminó la canción, el piano y la figura fantasmal desaparecieron, dejando al músico temblando de terror en la sala de estar vacía y silenciosa.